¡NO NOS DIGAMOS MENTIRAS!

Cañazos, pajazos y posverdades.

Todos nacimos después de una prueba positiva que a nuestros padres les pareció increíble, la primera cara que vimos en nuestros familiares fue del más puro y ambiguo ¡No te lo puedo creer!; crecimos entretenidos por pinocho y el pastorcito mentiroso, educados con preguntas de verdadero o falso, jugando “la verdad o se atreve”… Nos enseñaron que la verdad duele, que hay que pedir perdón antes de ser honestos y escupir y no reírnos mientras besamos nuestros dedos, invocando lo que más amamos, para garantizar con ese juramento que estamos diciendo la verdad.

¡No nos digamos mentiras! Sonreímos para la foto que no queremos tomarnos, le decimos “¡No tengo!” al que pide limosna mientras suenan las monedas en el bolsillo, compartimos selfies engañosas, usamos filtros para disimular, compartimos fake news sin verificarlas, juramos que estamos bien sintiéndonos como una #$%&*@, posamos de originales con la “copia triple A” y seguramos que “leímos y aceptamos todos los términos del contrato” sin
haberlo mirado.

Nos familiarizamos tanto con la mentira que terminamos cambiándole el nombre: ¡posverdad! ¿Ah?

¡No nos digamos mentiras! es un pedido de honestidad, una expresión que antecede la reafirmación de una verdad en una conversación sincera y el título de una obra (“dizque” original) de Leo Jiménez con versos, textos y pretextos sobre… (Como dicen todas las sinopsis de monólogos)… “temas propios y sociales, que se abordan con una personal, ingeniosa y divertida mirada de nuestra cotidianidad. ¡Pura mentira!

¿Qué tan posverdaderos hemos sido hoy?… A ver, ¡no nos digamos mentiras!

 18 AL 19 DE OCTUBRE | ACCIÓN IMPRO
FUNCIONES VIERNES Y SÁBADO 8:00 P.M.
Calle 9 Nº 43B – 80 Poblado TEL: 444 5432 / 300 365 49 92

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